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El poder de una idea brillante


La era digital ha traído consigo un fenómeno de suma importancia: la posibilidad de estar más cerca de clientes y consumidores de lo que jamás hemos estado. Sabemos que una forma efectiva de aprovechar las grandes herramientas a nuestro alcance, es brindarles contenido que, más allá de proporcionarles información de lo que vendemos, les de algo que puedan poner en práctica… que se vuelva parte de su vida. Lo que no nos queda muy claro es cómo encontrar las grandes ideas capaces de “volverse parte de su vida”. De eso se trata este blog. ¿Cómo generar mensajes, historias y conversaciones capaces de resonar en un público sumergido en una ola continua de información?

Todos podemos reconocer la originalidad y la innovación cuando la vemos. Pocas cosas producen una reacción espontánea de admiración, como una buena idea. ¿Por qué no lo pensé yo?, es el cuestionamiento que de forma inmediata surge en nuestra mente. Nos estamos haciendo la pregunta equivocada; debemos ocuparnos en responder: ¿cómo puedo hacerlo yo? No estaremos entonces hablando de un duda, si no de un camino. Y una vez conociendo el proceso para generar ideas brillantes, el resultado irá más allá de la forma en que promuevo un producto o un negocio… modificará todo lo hacemos día con día.

Lo que estoy proponiendo aquí es que, más allá de encontrar la forma adecuada de decir las cosas, vayamos al origen de las ideas y aprendamos a pensar de forma que la creatividad pueda permear en todo lo que hacemos. La buena noticia es que la creatividad no es exclusiva de pintores y genios; es una habilidad que se puede potenciar, entrenar y desarrollar deliberadamente.

¿Te consideras una persona creativa? La mayoría de las personas piensa que “a veces” es creativa y hay un número considerable que confiesa carecer por completo de creatividad. Te voy a recomendar un ejercicio para descubras que tu capacidad de crear está a flor de piel. Guarda tus plumas y cámbialas por plumones de colores. Toma con ellos las notas de siempre, inscribe tus citas en la agenda y, sobre todo, siéntete en completa libertad de dibujar mientras hablas por teléfono. Este es solo un minúsculo paso hacia la creación de ideas brillantes y de contenido capaz de suscitar en tus clientes la respuesta “guau”. ¿No lo crees? Te reto a ponerlo en práctica.

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